El concepto de consultor inmobiliario no es nada nuevo, lo que sí es cierto es que se ha venido actualizando. Este perfil profesional puede considerarse un híbrido entre un planificador financiero y un inversor en bienes raíces.
Porque la función de un consultor inmobiliario va más allá de solo concretar un acuerdo de compraventa por una propiedad. El alcance de sus acciones van más orientadas a la gestión de activos con repercusiones de rentabilidad más ambiciosas.
Pero, ¿cuáles son los conocimientos básicos que debe dominar un consultor inmobiliario para llevar a cabo sus actividades con éxito? Sigue leyendo, que te los contamos al detalle a continuación.
Tabla de contenidos
Un consultor inmobiliario es un experto cuyo propósito es estudiar hasta qué punto una propiedad cumple con las exigencias de su cliente. Su conocimiento y experticia le permiten hacer asesorías acerca de oportunidades únicas y específicas en el mercado.
A diferencia de un agente inmobiliario, un consultor tiene una visión del negocio un tanto más analítica, porque un agente mide su desempeño por ventas concretadas, pero el consultor lo hace basado en la utilidad y calidad de su recomendación.
Las ventajas de recurrir a un consultor radican en los servicios adicionales que puede ofrecer.
Entre las funciones que cumple un consultor inmobiliario está la evaluación exhaustiva del mercado para aportar datos valiosos. Es de esta forma que el cliente puede tomar decisiones informadas.
Asimismo, la figura del consultor se encarga de ayudar a definir objetivos de inversión inmobiliaria. También a crear y planificar estratégicamente la construcción de una cartera de propiedades adaptada a los requerimientos de sus clientes.
Visto de esta forma, el perfil del consultor demanda capacitación continua. De igual forma el desarrollo de habilidades que contribuyan a ofrecer una experiencia del cliente satisfactoria.
¿Y cuáles son los beneficios de contar con un consultor inmobiliario? En general podemos destacar:
Un consultor debe estar al día, no solo con las novedades del mercado inmobiliario, sino también con las leyes y normativas del sector. Además de dominar los procedimientos básicos de compra y venta y temas de avalúo.
El avalúo es un estudio técnico necesario para saber con certeza el precio de una determinada propiedad. Para poder llevar a cabo el análisis del mercado y comparaciones precisas, es necesario que el consultor inmobiliario entienda de qué va un avalúo.
Un consultor cumple distintas actividades, pero no puede sustituir a un agente durante una transacción de compraventa o arriendo.
Y no solo conocimientos superficiales. Es importante que tenga presente los tipos de avalúo recomendados y sus correspondientes metodologías.
Los procesos de compra y venta, junto a los de arriendo, son la base de la actividad en el mercado inmobiliario. Para poder identificar cuáles son las mejores inversiones, el consultor necesita conocer cada detalle de los procesos de compra y venta.
Y es que puede que en el papel la propiedad sea la adecuada, pero si los procesos de compra y venta son complicados hay que volver a evaluar. La única forma de detectar estos obstáculos en el camino, es teniendo conocimiento de cada proceso.
Son muchos los factores que hay que tomar en cuenta a la hora de establecer una relación de arrendamiento. Un consultor debe estar al tanto de las generalidades de este proceso y también de la letra chica.
La única forma de aportar recomendaciones valiosas a los clientes es controlando el paso a paso de procesos como el de arrendamiento.
Una de las tareas más importantes de un consultor inmobiliario es aportar información útil a los clientes. Deben asesorarlos, tanto en la elección de la propiedad ideal, como en las formas más eficientes de financiar la transacción.
Los créditos hipotecarios son una interesante alternativa para financiar inversiones en el mercado de bienes raíces. Por ello, un consultor debe estudiar cada opción disponible para hacer la recomendación que más convenga a corto y largo plazo.
Cuando se hacen transacciones con propiedades se debe conocer cuáles son los impuestos que pueden derivarse. De esta forma proyectan previsiones y se hacen los cálculos más ajustados a la inversión real.
Un asesor inmobiliario es un profesional altamente informado y conocedor a profundidad del mercado de los bienes raíces. Gracias a esta experticia puede dar una orientación adecuada sobre cómo invertir en el sector y obtener ganancias.
Este profesional tiene que tener conocimientos básicos en materias como avalúos, procesos de compra, venta y renta y acerca de pagos e impuestos.
El consultor se involucra por completo en ayudar a los inversores a tomar decisiones sobre qué hacer con sus activos inmobiliarios. Esto va más allá de la simple compra o venta de un inmueble. Se trata de conseguir mayor rentabilidad en cada transacción.
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